En la actualidad son muchos los problemas que enfrentan la
mayoría de los países, tanto en el sector económico como en el industrial y
social. Cada uno de estos sectores esta directamente ligado con el otro.
Paradójicamente las soluciones para los problemas que estos presentan, están
igualmente encadenadas.
Si bien Colombia tiene el reto de mantener el ritmo de
crecimiento económico, y hay buenas posibilidades de que alcance este objetivo,
una meta más grande es generar desarrollo, lo cual implica cerrar la brecha de
desigualdad entre sus habitantes.
Así las cosas, las proyecciones contemplan un
retraimiento de estos sectores que de darse se traduciría en la
insostenibilidad de las actuales tendencias de crecimiento económico. Déficit
anuales en la cuenta corriente de la balanza de pagos del orden de 5% del PIB,
aumentos de la deuda externa, devaluaciones del peso, y faltantes en la
financiación de compromisos de gasto público adquiridos en los años gozosos. En
fin, un entorno de inestabilidad macroeconómica como hacía ya algún tiempo no
lo sufría el país y que llevaría a menores niveles de inversión extranjera y
nacional y a restricciones de la demanda interna.
Este es el panorama que a primera vista surge
de la patética pasividad que se observa en materia de políticas públicas en
relación con el futuro económico del país. Algunos arguyen, con una ingenuidad
que raya en lo absurdo, que si se firma un acuerdo con un grupo terrorista como
las Farc, correrán ríos de leche y miel. Ni siquiera consideran la posibilidad
de que ese acuerdo lleve a políticas públicas de peor calidad que las actuales,
con el consiguiente sacrificio en crecimiento económico.
El escenario mas probable es el de que ese
acuerdo de “paz”, impulsado por un gobierno que no tiene nada mas para mostrar
y realizado con un grupo de ideología hostil a la inversión y a mejoras en la
productividad, traería consigo costosas concesiones en el campo de las
políticas que Colombia necesita implementar para asegurar que su economía
conserve una trayectoria de dinamismo similar a la de estos últimos años, y
particularmente si se tiene en cuenta el entorno externo mas exigente que
enfrentará.
El Empresariado colombiano tiene una tarea difícil pero no imposible que es lograr que Colombia sea un país donde se pueda desarrollar empresa de forma estable como pudimos ver Colombia ha pasado por diferentes etapas en la consolidación de su desarrollo y tiene un camino largo por recorrer . Nos corresponde a nosotros como estudiantes desarrollar empresas innovadoras y que perduren
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